Ryan García es un prospecto como le gustan a Oscar de la Hoya: joven, fuerte y guapo. Un boxeador que Golden Boy Promotions está contenta de haber firmado.
Ryan García enfrentó el jueves 22 de marzo a Fernando Vargas en una pelea a 12 rounds por el cinto Junior de la North American Boxing Federation en peso superpluma.
Si algo distingue a Ryan es su poder noqueador. Hasta ayer tenía 13 peleas ganadas, 12 por nocaut.
Pero ya suma 13 nocauts en su haber debido a que Vargas no aguantó el poder del joven mexicoamericano.
García fue calculador y certero a la hora de golpear.
Si algo mostró García fue una buena forma, un buen timing y mucho, mucho poder.
Estuvo cazando el error de Vargas en cada momento. Claro con sus debidas precauciones. La guardia bien puesta y la distancia adecuada.
Dada la fluidez del movimiento de García, el que buscó el choque en la contienda fue Vargas.
Error.
García lo estaba buscando a la distancia. Le dejó ser un poco para descifrar su patrón de golpeo para entonces atacar.
Y no le fue difícil lograrlo.
Luego de que recibió un par de golpes sin recibir demasiado daño empezó a apretar. Ya tenía el camino fraguado cuando punteó con el jab.
Ese jab de izquierda que le dejó la brecha abierta para que luego empezara a entrar la derecha.
Todo empezó cuando Vargas empezó a acostumbrarse a que le cayera la izquierda. Luego Ryan le cambió a jab de poder con derecha y cuando vio que entró, lanzó otro más potente y luego lanzó un upper cut de izquierda.
Valga decir que el upper de izquierda fue mero trámite porque el puro golpe de derecha ya había desarmado a Vargas.
El réferi le dio la cuenta de protección a Fernando, pero no logró incorporarse. Trató de ponerse en pie pero no pudo, entonces se dio por terminada la contienda.
García amplió su récord invicto a 14 peleas ganadas, con 13 por nocaut y con su cinto regional en sus manos.